Marruecos agita de nuevo el espantajo de la amenaza terrorista

Por Mohamed Mahamud Embarec
Sin duda alguna, los servicios secretos marroquíes supieron sacar gran provecho de la psicosis creada por los mortíferos atentados de los trenes de Madrid en 2004 para convencer a sus homólogos españoles de la necesidad de establecer una cooperación entre sus respectivos servicios en el ámbito de la seguridad.
Según la prensa española, desde 2004, numerosas presuntas celulas terroristas fueron desmanteladas en España, gracias a la ayuda de los servicios de seguridad marroquíes, aunque no se diga. Cabe preguntarse si muchas de esas células no fueron creadas por los propios servicios secretos marroquíes con este propósito. En todo caso, se puede afirmar con gran certeza que el CNI español ya no jura más que por la cooperación con los marroquíes.
De nuevo, parece ser que Marruecos ha logrado crear una atmósfrea de miedo en España. Una atmósfera saturada por las constantes noticias de presuntos marroquíes que se alistaron en las filas de los movimientos terroristas activos en Siria e Irak y los últimos atentados perpetrados en Francia, Túnez y Kuwait. Según El Confidencial Digital, “Marruecos ha alertado a España de que miles de yihadistas, veteranos en varias guerras, han regresado al país, muchos de ellos con la misión de entrar en España y en Europa para continuar su lucha”. Para que el susto tenga más efecto, Rabat recuerda los puntos vulnerables : “El problema es que las fronteras de Ceuta y Melilla presentan fallos graves de seguridad”. Dicho de otra manera, España no puede prescindir de la ayuda de Marruecos para asegurar sus fronteras con este país. Al mismo tiempo, Rabat multiplica los comunicados de desmantelamiento de células terroristas.
Los objetivos que Marruecos persigue agitando el espantajo de la amenaza terrorista son varios :
– Presionar a España, como potencia administradora per jure del territorio del Sáhara Occidental, y así condicionar su posición en la ONU.
– Transmitir una imagen de país amenazado para atraer el apoyo de los países occidentales que velan por la estabilidad de Marruecos como aliado histórico.
– Ofrecer un argumento para justificar la prosecución de las violaciones de los derechos humanos tanto en Marruecos como en el Sáhara Occidental.
– Presentar la independencia de la antigua colonia española como un riesgo para la estabilidad de la región
– Presentarse como un aliado en la lucha antiterrorista después de haberlo sido durante décadas en la lucha contra la expansión del socialismo.
El Espía Digital, 27 julio 2015

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