Ali Lmrabet: “Pedro Sánchez es capaz de vender a su madre para mantenerse en el poder”

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El periodista marroquí exiliado dice en esta entrevista que un diario español tiene los datos de doscientos espiados desde hace medio año y no los publica

Ali Lmrabet (Tetuán, 1959) ha dedicado toda su vida a luchar por la libertad de prensa, y la libertad en general, en Marruecos y ha tenido que pagar un precio muy alto. Antes de ser periodista, fue diplomático marroquí en la embajada de Buenos Aires, donde denunció las prácticas corruptas del embajador. Lo dejó para dedicarse al periodismo y Marruecos le hizo la vida imposible. Le clausuraron tres publicaciones y en 2005 le prohibieron ejercer la profesión durante diez años. Por eso emigró a Barcelona, ​​desde donde colabora con algunos medios internacionales.

El verano del año pasado, la ONG Forbidden Stories le informó de que había sido espiado por Marruecos con Pegasus: en el 2017 en su teléfono marroquí y en el 2019 en el teléfono español. « Estoy seguro de que una parte del CNI español sabía que Marruecos me espiaba », dice. Denuncia que un diario español, del que no puede revelar el nombre, tiene la lista de los doscientos nombres de los espiados con Pegasus en España. Hablamos sobre este espionaje y sobre las turbulentas relaciones entre España y Marruecos.

—Su teléfono salió publicado en Le Monde en la lista de espiados por Marruecos con Pegasus. ¿Cómo se enteró?
—En julio del pasado año hicieron pública una lista mundial de los espiados con Pegasus y yo no salía. Pensé en dos opciones: o que los servicios secretos de Marruecos, después de treinta años, se habían olvidado de mí, o que los había podido esquivar gracias a las precauciones que tomo, porque cambio a menudo de móvil y limpio la información. Entonces, en agosto, cuando fui a realizar un reportaje a Grecia, me llamaron de Forbidden Stories para decirme que había sido espiado con Pegasus; tanto mi teléfono español como uno marroquí antiguo, que no tenía nadie salvo a mi familia y amigos de Marruecos. Ni me acordaba de este teléfono. Me dijeron el día exacto en el que había sido infectado con Pegasus en ambos móviles: el español, en el 2019, y el marroquí, en el 2017.

—¿Qué cree que buscaban en su caso?
—Contactos, mensajes… Soy de los pocos periodistas marroquíes que tiene fuentes del Frente Polisario. En Marruecos, un periodista marroquí no puede tener fuentes del Polisario. Yo les llamo, a los saharianos ya los argelinos, y responden. Y a los franceses, también. Aunque sea por decir que no tienen nada que decir. Los marroquíes, en cambio, ni descuelgan el teléfono. En mi caso, además, llevan décadas buscando algún paño sucio para justificar la persecución. Piense que en Marruecos el adulterio y la homosexualidad son ilegales. Últimamente, se han reprimido varios periodistas por esta vía.

—Con Pegasus controlan su vida.
—Todo, lo controlan. Y no hace falta que cojas el teléfono ni nada. Con una llamada perdida pueden infectarte. Entran en todo y lo visitan tranquilamente. Te pueden realizar una llamada perdida a las dos de la noche y tienen el acceso a toda tu vida.

—Marruecos niega haber comprado nunca ese software.
—Hace pocos días la portavoz de la Comisión Europea dijo que era probable que Marruecos hubiera utilizado a Pegasus para espiar, más allá de sus fronteras. Marruecos, si quiere espiar a los marroquíes, ya lo hace sin necesidad de Pegasus. El rey es propietario de una de las compañías telefónicas. Pero en el extranjero necesita a Pegasus. Ha espiado a decenas de miles de móviles argelinos. Una de las causas del problema con Argelia es éste. Una vez compras Pegasus, puedes espiar a quien quieras; a ellos les da igual quienes espías, sólo prohíben hacerlo en móviles del Reino Unido y Estados Unidos.

—¿Cómo le pagan ese espionaje, tan caro como es?
—Como es muy caro de espiar con Pegasus, hemos llegado a la conclusión de que hay dos probabilidades: o que los Emiratos Árabes Unidos hayan pagado a Pegasus en Marruecos, o bien que el estado de Israel haya hecho el favor en Marruecos porque tienen relaciones secretas desde los años sesenta, aunque ahora no son demasiado secretas. Israel necesita estados árabes que sean amigos suyos, en términos geopolíticos.

—En el caso de los Emiratos, ¿sería a cambio de influencia política?
—Emiratos Árabes Unidos han invertido mucho dinero en Marruecos. Ha comprado incluso medios de comunicación magrebíes que utilizan a su favor. Lo hacen porque tienen un interés diplomático y político. Con los israelíes, ocurre igual. Es el Ministerio de Defensa israelí que autoriza la venta de ese software. Hoy en día las relaciones de Marruecos con Israel se han normalizado. Hace unos años era impensable y ahora tenemos a militares israelíes en Marruecos y militares marroquíes que van a Israel. Toda la información que esa gente saca de Grande-Marlaska también la tienen en Israel.

—¿Qué interés tiene el gobierno marroquí?
—Marruecos espía a todos, al por mayor. Francia es uno de los principales aliados de Marruecos, históricamente. Francia no apoya a Marruecos en algunos ámbitos, como el Sáhara Occidental o España. Lapid fue a Francia en otoño del 2021 porque los franceses querían saber si Israel había permitido a Marruecos espiar al gobierno francés, incluido Emmanuel Macron. Éste es uno de los factores que han dañado las relaciones entre Marruecos y Francia, más allá de la inmigración. A Lapid, Le Monde le hace una entrevista y le piden si Israel ha retirado la licencia en Marruecos. Si Marruecos no tuviera Pegasus, lo habría dicho o al menos habría dicho que no lo sabía. Pero dijo: « La licencia de Pegasus es muy estricta. » Y punto. Es una forma de decir que Marruecos había comprado Pegasus. Podía haber mentido o negarlo y no lo hizo. Aunque Marruecos lo niegue, hay una lista de doscientos teléfonos españoles espiados, entre ellos el mío, junto con el del ex-corresponsal en Marruecos Ignacio Cembrero. Estos datos los tiene un diario español desde mayo de 2022; se las entregó Forbidden Stories.

—¿Qué diario?
—Un diario español, no puedo decir su nombre, pero lo tengo contrastado. No entiendo por qué no lo hacen público. Yo creo que es porque hay algunos teléfonos espiados por Marruecos que no quieren que salgan. Existe una presión del gobierno español para que no sean publicados. Pienso que algunos teléfonos y algunos nombres de esa lista son una bomba. Habrá un escándalo político y diplomático. Además, tampoco se me ha dirigido a nadie como afectado del espionaje en una investigación que me implica. Sé que hay medios que tardan tiempo en realizar las investigaciones, pero el trabajo ya viene hecho por Forbidden Stories. Me extraña mucho.

—¿Por qué tardaron un año en hacerlo público?
—No hay más que observar las fechas. Tengo la certeza, según mis fuentes, de que el gobierno ya sabía que entre junio y agosto había sido espiado. El CNI español ya había espiado a los catalanes. Cuando el programa entra en un teléfono, tanto si extrae información como si no, deja un rastro, un código, que marca quien espía. Cuando eres propietario del programa, como el CNI lo es, lo primero que haces es mirar si has sido espiado. Cuesta creer que no lo hiciera.

—Ha dicho que Sánchez ya sabía que le espiaba el régimen marroquí, y lo utilizó de excusa para tapar el Catalangate.
—Pienso que el gobierno español utiliza el Catalangate. Ellos saben que la lista de espiados por Pegasus en España va a salir. No sé qué parte española corresponde al CNI y qué parte a Marruecos; no creo que los doscientos nombres sean únicamente del CNI. No sabría decir si 120 corresponden a Marruecos y 80 al CNI. No sé. Lo debe saber mejor este diario que tiene la información. Y el CNI también lo sabe. Y se adelantan. Cuando sale el Catalangate, para distraer la atención, dicen que ellos también han sido espiados. Estoy seguro de que una parte del CNI español sabía que Marruecos me espiaba, y eso con la complicidad del gobierno español. Y puedo defenderlo en un tribunal.

—El gobierno español dice que les espiaron, pero ellos también espían. ¿Se ponen al mismo nivel que Marruecos en el espionaje a la disidencia?
—Que me espíe el régimen de Marruecos es, entre comillas, algo normal. Me lo esperaba. Es una dictadura, una monarquía absoluta total, en política, economía y religión. Pero que el gobierno español espíe a los catalanes… Me considero un marroquí en el extranjero y no me meto en conflictos que no tengan que ver con mi país. Sólo lo he hecho cuando he visto a la policía española pegando a la gente, y hay cosas que te escandalizan. Y que el gobierno español espíe a los adversarios políticos lo pone al mismo nivel que el gobierno marroquí. Debía haber sido un gran escándalo. Porque hoy son los catalanes, pero mañana pueden espiar al PP, al Partido Comunista, Izquierda Unida, Podemos… Y ya lo han hecho. En el 2017, a raíz del Hirak del Rif, unas revueltas populares, Soraya Saenz de Santamaria afirmó que el CNI había ayudado a los servicios secretos marroquíes a espiar a los marroquíes de origen rifeño que apoyaban la protesta y políticos de la izquierda española que apoyaban. El gobierno de ahora ha ido aún más allá.

—¿Por qué no ha sido un escándalo el Catalangate en España?
—Porque está en Cataluña, y es un tema delicado. Hay cierto consenso español contra Cataluña. Si hubiera pasado con políticos de otra parte de España habría tenido más importancia. Pienso que el espionaje amenaza a la democracia. No entiendo que no haya habido una comisión de investigación europea para Pegasus en España. La Unión Europea ha enviado recientemente una misión a Grecia, que también espía a disidentes con un software israelí; no entiendo por qué no envían una delegación a España. No pueden decirnos que estamos en un estado de derecho. Como perjudicado, todavía espero una respuesta. Si no vienen, escribiré a la Comisión Europea para saber por qué no se investiga.

—¿Cree que el espionaje a Sánchez le ha influido para dar la vuelta en la cuestión del Sáhara y reconocer la soberanía marroquí? ¿Cómo un chantaje?
—En parte, sí. El vuelco sobre el Sáhara es brutal, no puede entenderse. El argumento que ha dado alguna vez el ministro de Asuntos Exteriores es que Marruecos puede hacerles mucho daño, más que Argelia. Pero ahora vemos que Argelia duele más en España que Marruecos. ¿Qué puede hacer Marruecos? La crisis migratoria creo que puede resolverse. Creo que hay otra cosa que no sabemos. Cuando veo la cantidad de información que han sacado al ministro de Interior, Marlaska, 6GB, pienso en ello. Y a Pedro Sánchez, seguramente, mucha más. Creo que en todo caso es un chantaje, por la inmigración o por otra cosa. Seguro que lo es. Zapatero, Miguel Ángel Moratinos y José Bono se han convertido oficialmente en lobbistas de Marruecos, que visitan el país cada mes, y son socialistas, siguen siendo miembros del partido. Un ex-presidente del gobierno, un ex-ministro de… Asuntos Exteriores… De estos tres, uno acaba de comprar una casa en Tánger. Creo que hay un visto bueno del gobierno español para que se conviertan en lobbistas en Marruecos. Existe una gran operación del PSOE en cuanto a las relaciones con Marruecos. Han ido más lejos que ningún otro gobierno.

—¿Hasta dónde quieren llegar con esta gran operación?
—Quieren perpetuarse en el poder. Pedro Sánchez es capaz de vender a su familia para mantenerse en el poder. No tiene ningún principio, no hablo sólo del Sáhara Occidental. Creo que esto es una suerte enorme para ERC, para Bildu, porque esa gente le tienen –diciéndolo vulgarmente– cogido por los pimientos. Este señor es capaz de vender a su padre y su madre, y lo digo y lo repito: no tiene ningún principio, ninguno. Hemos conocido presidentes del gobierno español impresentables, pero nunca un señor como éste.

—¿A qué responde esta complicidad del gobierno español para que accedieran a su móvil?
—Es que yo no intereso al gobierno español. Yo no soy un opositor, soy un extranjero. Y tengo un pasaporte europeo. Si mañana tengo un problema me voy a Perpiñán y ya está.

—¿Y entonces? ¿Un intercambio de favores?
—Hay una enorme dejadez española hacia Marruecos. Hay un montón de informaciones y paños sucios que no salen, y eso es porque hay gente a la que no interesa que salgan.

—¿Por ejemplo?
—El caso de Gustavo de Arístegui, ex diputado y embajador de España en la India, casado con una señora marroquí, que resultó trabajar para los servicios secretos marroquíes. Tengo toda la documentación de esto, y Marruecos no la ha desmentido. Hay un montón de casos como éste, o como el caso Pegasus. ¿Por qué un diario español que tiene todos los medios para realizar una investigación exhaustiva y seria, no hace pública la información cuando lleva seis meses? Si mi nombre sale en la lista de doscientos espiados, y yo sé, ¿por qué no me han llamado en seis meses?

—Últimamente vemos a Marruecos muy atrevido con España, incluso reclamando la soberanía de Ceuta y Melilla. ¿Qué imagen tienen de Pedro Sánchez?
—Marruecos siempre juega al tanteo. Con Aznar no les funcionó en el caso de la licencia de pesca, no cedió al chantaje. También lo hizo reclamando la soberanía del islote Perejil y dijeron que le ocuparían. Le enviaron las fuerzas auxiliares, el cuerpo de seguridad más bajo, y después se echaron atrás, presionados por el ejército español. A Pedro Sánchez le interesa terminar la legislatura. Marruecos se lo rifa. Han encontrado una autopista porque este señor da lo necesario para perpetuarse en el poder. España está en la OTAN. ¿Realmente creemos que teme al ejército de Marruecos? ¿España tiene miedo a la inmigración? La inmigración que entra por el sur es mínima, la mayoría de quienes llegan a España entran por el aeropuerto. Pero la imagen de gente llegando en barcazas, jugándose la vida, es muy negativa, evidentemente. El interés de este señor es que Marruecos le deje en paz y él pueda terminar la legislatura.

Vilaweb, 17/11/2022

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