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Bajo el título de « ¡Marruecos, este « hermano » que masacra a nuestros hijos por el bien de España! », la edición del martes pasado del diario senegalés Leral llevaba una editorial que expresa la indsignaciòn de los africanos por un país al que consideraban « hermano ». Hé aqui su texto completo:
Editorial de Mamadou Oumar Ndiaye: Una brillante hazaña -una más, deberíamos decir- de la policía marroquí, ciertamente. Estas fuerzas del orden al servicio del rey Mohamed VI acaban de reprimir con una ferocidad sin precedentes un intento de entrada en el vecino enclave español de Melilla por parte de inmigrantes africanos que viven en territorio cherifiano. Y no se anduvieron con chiquitas, ni usaron el dorso de la cuchara, estos policías de Su Majestad nuestro amigo el rey: al menos 27 muertos -pero algunas estimaciones elevan la cifra de muertos a 60- cuyos cadáveres se amontonaban como los de los perros recogidos en la calle y a la espera de ser arrojados al vertedero municipal local.
En los vídeos que se han hecho virales en las redes sociales, se ve a los policías marroquíes golpeando a los inmigrantes hasta matarlos, presumiblemente para acabar con ellos. Golpeados hasta la saciedad con porras, puños y pies por decenas de ellos, estos jóvenes migrantes, procedentes en su mayoría de África Oriental, sólo cometieron el « delito » de intentar escalar las alambradas, electrificadas en algunos puntos, para entrar en el enclave de Melilla, territorio « español » situado en la frontera con Marruecos. Es decir, geográficamente, ¡en el continente africano!
Y para evitar que estos despérfidos cruzaran estas alambradas, lo que sería sinónimo de que entraran en el Eldorado europeo, los policías marroquíes, por tanto, los reprimieron con una ferocidad indecible como si no estuvieran atacando a seres humanos sino a animales salvajes. Y sin embargo, para todos estos árabes, el negro representa menos que su perro…
La prueba, si es que se necesita alguna, es la forma inhumana en que los policías marroquíes trataron a los migrantes que intentaron entrar en Melilla este fin de semana. Es cierto que, desde que España decidió hace unos meses reconocer su plan de autonomía del Sáhara Occidental -el último problema de descolonización en África-, las autoridades marroquíes no saben cómo expresar su infinita gratitud.
Sin embargo, la principal preocupación del gobierno del Sr. Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, es, por supuesto, la cuestión migratoria, que Rabat ya ha utilizado en el pasado para… ¡molestar a Madrid! Recordamos las hordas de migrantes que la policía marroquí empujó hace unos años para… invadir el enclave español de Melilla. Es cierto que fue una forma de protesta del reino cherifiano por el hecho de que el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) había sido acogido en España para recibir tratamiento.
Al abandonar España la neutralidad que observaba desde 1975 y su salida del Sáhara Occidental, que había colonizado, los marroquíes decidieron, a cambio del reconocimiento por parte de Madrid de su plan de autonomía del Sáhara Occidental -que ellos llaman sus « provincias del sur »-, actuar como guardianes para combatir los flujos migratorios de su reino hacia España en particular y Europa en general.
Además, desde que Argelia decidió, en protesta por este acercamiento entre Rabat y Madrid, cerrar el gasoducto que abastecía a España a través del territorio marroquí -y que, por cierto, permitía a Marruecos utilizar hasta el 90% de sus necesidades de gas a pesar de los derechos de paso que cobraba-, el país del rey Mohamed VI depende ahora del reino español para abastecerse de gas.
Un suministro que se ha vuelto aún más vital debido a la guerra en Ucrania, el precio de este hidrocarburo se ha disparado. Todo esto significa que, para Marruecos, nada es demasiado bueno para complacer al gobierno del Sr. Pedro Sánchez. Y si esta prueba de amor implica el exterminio de los inmigrantes africanos, ¡que así sea! En cualquier caso, sólo se trata de la sangre de los pobres emigrantes africanos, negros por cierto.
Prueba de amor a través de la sangre de los migrantes negros
La falta de empatía y compasión del presidente del Gobierno español, que ni siquiera se solidarizó con la suerte de estos desgraciados migrantes, ni siquiera expresó un ápice de arrepentimiento y ni siquiera condenó el comportamiento criminal de los policías marroquíes, prefiriendo señalar con el dedo la responsabilidad de las mafias del Quijote -¡el héroe de Cervantes era precisamente español! El hecho de que las autoridades marroquíes ni siquiera condenen el comportamiento criminal de la policía marroquí, prefiriendo señalar la responsabilidad de la mafia del Quijote -¡el héroe de Cervantes era español!
En cuanto a las autoridades marroquíes, sin duda avergonzadas, ¡uno lo estaría mucho menos! – aún no se han expresado y guardan un vergonzoso silencio. Ah, ¡si hubiera sido un atentado terrorista en el que sólo hubiera muerto un europeo!
Pero aquí, como sólo se trata de la vida de los pobres emigrantes africanos… podemos ir a tope
Cuando se trata de demostrar su « marroquinidad », de conquistar los mercados de los países al sur del Sáhara, de reincorporarse a la Unión Africana después de haber dado un portazo a la Organización de la Unidad Africana, cuando se trata de pretender formar parte de la CEDEAO, cuando se trata de comportarse como un neocolonizador de estos países del África negra considerados del mismo modo que sus « provincias del sur », Marruecos no escatima en medios.
Su rey, en el papel de Vrp, multiplica las giras y las operaciones de encanto comportándose como si estuviera en un país conquistado. ¡Como venimos denunciando en estas columnas desde hace décadas, el reino cherifiano quiere meter las manos en nuestras economías pero no acepta que los empresarios africanos adquieran ni siquiera un quiosco de pan o una cantina Pmu en su territorio! Menos aún, por supuesto, que los inmigrantes subsaharianos pasen por allí.
La prueba está en los miles de pobres diablos, verdaderos infrahumanos obligados a sobrevivir como animales en el bosque de Nador, y cuya única esperanza de salvación es el vecino enclave de Melilla, al que ya no se atreven a acercarse ¡a riesgo de ser fusilados como conejos por los policías marroquíes! En todo esto, lo que resulta desconcertante es el silencio cómplice de las autoridades africanas, en primer lugar las de la Unión Africana, organización presidida desde el pasado mes de febrero por nuestro presidente de la República, Macky Sall, ¡obligado del rey marroquí Mohamed VI!
Le Témoin
Leral.net, 28 de junio de 2022
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