Marruecos: Guerra de sucesión y conflicto en el palacio real

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La guerra de sucesión en el palacio real marroquí está abierta, impulsada por la incapacidad del reyezuelo Mohamed VI para dirigir el país al borde de la explosión social. Un país cada vez más en manos de la entidad sionista, y debilitado por la amenaza de un colapso financiero, ligado a las nefastas consecuencias del Covid-19 sobre la economía marroquí, el esfuerzo bélico en el Sáhara Occidental, la tensión con sus vecinos, especialmente Argelia (cese del suministro de gas argelino) la sequía que azota al país y el impacto del conflicto ucraniano sobre el poder adquisitivo de los marroquíes (aumento de los precios de los productos energéticos y de los alimentos de primera necesidad).

Las últimas informaciones de la familia real anuncian una guerra de sucesión desbordada. « Huyendo » del palacio real, el reyezuelo Mohamed VI está enfermo de Covid-19 y se habría refugiado entre el castillo de Betz, a 58 km de la capital francesa, y su lujoso hotel no lejos de la Torre Eiffel.

Acusado de ser un rehén de la familia Azaitar, Mohamed VI habría atraído la ira de su familia real, que habría optado por el futuro soberano en la persona del príncipe marroquí Moulay Rachid ben El Hassan, hijo menor del rey Hassan II y hermano de Mohamed VI.

Indicadores que ilustrarían la elección

Si no se ha filtrado nada sobre un anuncio de sucesión que se vislumbra a finales de julio con motivo del Día del Trono, lo cierto es que la elección del sucesor de Mohamed VI está preestablecida y no es casualidad que las cadenas de televisión marroquíes, bien controladas por el Majzen, hayan dedicado en los últimos días reportajes sobre la sucesión del Rey, No es casualidad que las cadenas de televisión marroquíes, bien controladas por el majzén, hayan dedicado estos últimos días al príncipe Moulay Rachid ben El Hassan, para hacer tragar la píldora al pueblo marroquí, que ya no sabe a qué santo acudir ante la fatalidad impuesta de un régimen feudal en agonía, cada vez más en manos de André Azoulay, el superpoderoso consejero del reyezuelo Mohamed VI y de su padre Hassan II.

Perverso silencio desde París

Según algunas indiscreciones, Francia trabaja para preservar sus intereses en Marruecos y se esfuerza por lograr una transición sin sobresaltos, de ahí el perverso silencio de las autoridades francesas y de los medios de comunicación del hexágono, acostumbrados en estos casos a hacer gala de sus poderes para divulgar públicamente los detalles de las estancias de personajes públicos y famosos del hexágono. A raíz de este silencio, informaciones no confirmadas habían informado de un intento de Fouad El Himma, uno de los amigos íntimos de Mohamed VI, de contactar con funcionarios del Elíseo para reunirse con Emmanuel Macron, pero fue en vano. Sin embargo, los asesores del Elíseo se negaron a aceptar esta petición, alegando que el presidente francés tenía una « agenda ocupada ».

Guerra entre El Hammouchi y El Mansouri

La guerra de sucesión del rey Mohamed VI ha hecho aflorar una feroz batalla por el control de los servicios de inteligencia marroquíes entre el hombre que dirige la Dirección General de Seguridad Territorial de Marruecos (DST) y el que preside los destinos de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), es decir, Mohamed Yassine Mansouri. En la actualidad, la batalla la ganaría el jefe de la Dirección General de Seguridad Territorial (DST) marroquí, Abdellatif Hammouchi, que goza de la confianza y el apoyo de los emiratíes y de la entidad sionista. Su nombre está relacionado con el escándalo del programa espía Pegasus. Este último habría visitado recientemente Estados Unidos, donde se reunió con William Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y con Christopher Wray, director de la Oficina Federal de Investigación (FBI). Esta información no ha sido confirmada por los funcionarios estadounidenses ni por los medios de comunicación del Tío Sam.

Abdelatif Hammouchi, está lejos de ser apreciado en París, donde estuvo a punto de caer en 2018 durante una estancia privada, tras una denuncia presentada contra él por Zakaria Moumni, campeón de boxeo tailandés. Si su huida desesperada impidió su detención, estuvo sin embargo en el origen de la más grave disputa diplomática entre París y Rabat desde hace muchos años. A esto le siguió, unos meses después, el escándalo del software de espionaje israelí Pegasus, una de cuyas víctimas es el inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron. Su oponente, que tiene fama de ser un amigo íntimo del rey, no es otro que Mohamed Yassine Mansouri, jefe de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio de inteligencia exterior marroquí, y que parece haberse debilitado con esta batalla, lo que favorece a Abdelatif Hammouchi, partidario de la agenda sionista.

André Azoulay, como director de orquesta

André Azoulay es el superpoderoso consejero del reyezuelo, super sayanim, según el autor de la « Primavera de los Sayanim » Jacob Cohen. Está en el origen de la normalización con la entidad sionista y de la conclusión de varios acuerdos, incluido el relativo al refuerzo de la seguridad y la cooperación militar.

Introducido por Hassan II como consejero personal en 1991, André Azoulay, bien introducido en el lobby americano-sionista AIPAC, se convirtió en el hombre clave de una realeza moribunda, bajo colonia sionista. Y no es casualidad que hoy estemos asistiendo a una OPA de la entidad sionista sobre el destino del pueblo marroquí, que sin duda no tardará en derribar un régimen feudal superado por las nociones de los tiempos modernos y que se está convirtiendo en un régimen totalmente entre los enemigos de la causa palestina querida por los marroquíes.

Por Mehdi Messaoudi

Algérie54, 21 de junio de 2022

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